Denendako lo formamos distintos proyectos que trabajamos y vivimos en torno a la econo- mía social y transformadora. Hemos tejido conjuntamente una red de infinidad de colores, de naturaleza diversa, cosida por vecinas de otros tantos pueblos, y todas tenemos en común un sueño: queremos trabajar y vivir en Tierra Estella. Desde nuestra pequeñez queremos cons- truir una comarca renovada. Desde el respeto hacia la tierra que nos rodea y viviendo a su ritmo. Unidas a las raíces de nuestras antepasadas, para poder llenar de vida los pueblos va- ciados durante años. Queremos ser diversas y construir las relaciones dentro de un modelo más justo. Reconociendo que todas somos vulnerables y colectivizando los cuidados para sustentar así la vida en consecuencia. Cuidando y siendo cuidadas. Dando-recibiendo-devol- viendo. De manera colectiva. Desde el cariño.

¿Por qué Denendako? No hay más que echar la vista atrás. A la sombra del modelo capitalista y patriarcal (y en defensa de los intereses de unos pocos), Tierra Estella también ha sufrido las consecuencias de décadas de políticas neoliberales. Así, poco a poco, los pueblos de nuestra comarca se van vaciando en beneficio de las ciudades: han perdido sus servicios, su población ha disminuido, sus relaciones se han alejado, y sus tradiciones y su lengua se han anclado en el olvido, entre otras cosas.

El neoliberalismo, además, dando una nueva vuelta de tuerca, nos ha convertido en esclavas de la deslocalización y la globalización de la economía. En consecuencia, tanto las pequeñas comerciantes como los gremios están amenazados por las facilidades otorgadas a las multi- nacionales. Además de ser un modelo injusto, estamos ante un modelo insostenible y ya empezamos a ser conscientes de que las tierras fértiles de Tierra Estella se están secando, vulnerables a incendios e inundaciones. Hace no tanto que se nos están agotando las tierras que servían de medio de vida y alimento a miles de familias. Ante esta situación, muchas jó- venes de Lizarraldea han tenido que dejar atrás nuestra comarca para construir un futuro más próspero; en la mayoría de los casos, además, migran a los grandes núcleos urbanos y debili- tan su conexión con los pueblos. Por si todo esto fuera poco, nos han hecho creer que el he- cho de construir o emprender nuestros proyectos en Tierra Estella no es más que un sueño utópico.

Desde este atolladero queremos construir una comarca diferente, en la que desde las entra- ñas de las propuestas del feminismo podamos dar a luz un territorio que haga posible una vida digna para todas en Tierra Estella. Para ello queremos empezar a incidir en la economía, ya que no debemos olvidar que se trata de un recurso para satisfacer las necesidades de la ciudadanía, lo mismo sucede con el sistema de organización de los servicios. Por eso quere- mos empezar a organizar la economía en beneficio de la vida. Más allá de la acumulación de capital, queremos construir conjuntamente un sistema socioeconómico que ponga en el cen- tro las necesidades de la gente: integrando los valores del feminismo en la economía de cada proyecto; fortaleciendo la economía verde; colocando a las personas en el centro, ga- rantizando trabajos dignos; actuando conjuntamente, en la intercooperación, dando el apo- yo y el fortalecimiento mutuo; cuidándonos mutuamente. Para ello, queremos tejer una red en el ámbito socioeconómico que reúna las siguientes características:

• Reciprocidad - cuidados: Frente a un sistema que provoca jerarquías, diferencias y opre- siones múltiples, la economía social y transformadora propone una transición hacia nuevos modelos. La reciprocidad y el cuidado serán la base en las relaciones entre personas, comu- nidades y pueblos. También en sus relaciones con el planeta. Queremos construir relaciones horizontales que reconozcan e incorporen positivamente la diversidad.
• Trabajo digno: Son trabajo todas aquellas actividades que sustentan la vida y generan ri- queza. De este modo, la economía social y transformadora, a diferencia del capitalismo, in- troduce el compromiso social como base de la ecuación. Entendemos el trabajo como una herramienta de acción colectiva, organizada para satisfacer las necesidades de la sociedad, pero también orientada al empoderamiento personal y social y al desarrollo de capacidades.
• Sostenibilidad ecológica: A pesar de que el modelo capitalista y patriarcal lo ha converti- do en un objeto durante mucho tiempo, la economía social y transformadora reconoce a la naturaleza como un sujeto con derechos, siendo su cuidado y sustento ejes de centralidad. Queremos fomentar que toda actividad se desarrolle desde el respeto al medio natural.
• Reparto equitativo de la riqueza: Si se va a posibilitar la transición ecosocial que necesita nuestro planeta, hay que poner en jaque el pensamiento económico dominante actual. La economía social y transformadora entiende la riqueza como todos los elementos materiales, sociales, culturales y naturales creadas por una comunidad para responder a las necesidades de sus miembros, a corto, medio y largo plazo. Así, es necesario trabajar en una estrategia grupal de comprensión integral y de creación, distribución y conservación equitativa de la riqueza para el sostenimiento de la vida.
• Compromiso con el entorno: La economía social y transformadora pretende promover un modelo de producción, distribución y consumo basado en lo local, justo y sostenible, para construir un sujeto económico, social y político solidario, feminista, antirracista y decolonial. Mantener este compromiso implica tomar conciencia de la realidad social y territorial y de la necesidad de reforzar el sentimiento de pertenencia a la comunidad.

Somos muchas las personas, cooperativas, asociaciones y/o agentes que creemos en un mo- delo más justo en Tierra Estella; ¡Unamos nuestros sueños, multipliquemos nuestras fuerzas e impulsemos una agenda colectiva transformadora! ¡Construyamos entre todas una Tierra Estella más habitable! ¡Avivemos los corazones de nuestros pueblos! ¡Que sea Tierra Estella para todas!